Metodología, que adicionalmente suma el uso de Tecnologías de la Información y Comunicación, permitirá a estudiantes fortalecer aprendizajes a partir de problemas reales planteados por la comunidad. FACE vislumbra habilitación de Clínica de Negocios donde los estudiantes resolverán diversos problemas de cara a la formación de competencias genéricas y habilidades sociales.
Lograr el desarrollo de competencias profesionales en el proceso de formación de los estudiantes de las carreras de la Facultad de Ciencias Empresariales de la UBB, utilizando la metodología de Aprendizaje basado en Servicios, con el apoyo de tecnologías de la información y la comunicación, es el principal objetivo del Convenio de Desempeño UBB 1402 denominado “Desarrollo de Competencias de los estudiantes de la Facultad de Ciencias Empresariales, a través de la metodología Aprendizaje – Servicio y el uso de tecnologías de información”, elaborado por la FACE y adjudicado por el Ministerio de Educación.
El proyecto es liderado por el académico del Departamento de Gestión Empresarial, Mauricio Salazar Botello, y co dirigido por el académico del Departamento de Sistemas de Información, Manuel Crisosto Muñoz.
Nuestra preocupación se centra en fortalecer el proceso de enseñanza/aprendizaje a través de potenciar las competencias específicas y genéricas declaradas en el modelo educativo de la UBB como parte de la renovación curricular, en este caso, utilizando el aprendizaje-servicio como una metodología que nos permite acercar a nuestros estudiantes a un desarrollo profesional y personal. Esto se operacionaliza en la construcción de programas y guías didácticas de asignaturas específicas del plan de estudios de cada carrera, con el apoyo de la Unidad de Gestión Curricular y Monitoreo institucional, describió el académico Mauricio Salazar Botello.
Según explicó el docente, esta metodología permite acercar a los estudiantes a situaciones reales que deberán enfrentar en su futuro profesional.
Las competencias no se internalizan si no es en la práctica, y esta metodología implica que los aprendizajes en el aula se vinculen a las diferentes problemáticas de la sociedad, y por ende, esto se transforma en un elemento motivador para los estudiantes en su proceso de formación, lo que debiera incidir en su permanencia en la carrera mejorando los resultados académicos, argumentó.
Salazar Botello, igualmente manifestó que la metodología permite la entrega de un servicio de calidad que resuelve un problema del socio comunitario, además de desarrollar competencias y habilidades personales y profesionales en el proceso de formación del estudiante.
El vínculo con la comunidad
El decano de la FACE, Dr. Benito Umaña Hermosilla, destacó como un elemento diferenciador, el estrecho vínculo que se entabla con la comunidad, representada en la figura del “socio comunitario”.
Esta metodología considera la participación del socio comunitario, que puede ser una institución como un municipio u otro tipo de organización. Nosotros tenemos muchas experiencias previas en este sentido, asesorando a municipios, programas de mujeres trabajadoras y jefas de hogar, o con instituciones como Techo, Desafío Chile o el Sernam. De alguna manera, este programa viene a formalizar y sistematizar procesos que nosotros ya veníamos realizando, y eso es muy relevante, acotó.
En esta línea, se avizora la creación de una Clínica de Negocios donde los estudiantes de las carreras de la FACE podrán realizar trabajos prácticos muy importantes para la formación de competencias y habilidades sociales.
Se espera generar una dinámica de trabajo bidireccional con los socios comunitarios, pues nosotros aportamos, pero ellos también nos aportan en el proceso de formación. Y el factor diferenciador es que nosotros queremos instalar en la Facultad, con espacios definidos, una Clínica de Negocios, donde los estudiantes, en trabajo interdisciplinario, puedan abordar problemáticas asociadas a sus asignaturas. Eso permitiría constatar el proceso de incorporación de competencias, complementó el decano.
Estimamos que nuestra experiencia puede considerarse como un proyecto piloto para la instalación de un proceso de mayor envergadura en nuestra Universidad, aseveró el Dr. Benito Umaña Hermosilla.
Experiencias previas
El académico Mauricio Salazar explicó que esta iniciativa surge a partir de experiencias previas de la FACE a través de algunas asignaturas dictadas como formación integral.
Esto se gesta a partir de los buenos resultados que empieza a tener el trabajo con municipalidades y socios comunitarios. Ahí nos comenzamos a dar cuenta que nuestros estudiantes tienen un potencial muy grande que entregar y que va por aplicar lo que están aprendiendo. La metodología de aprendizaje y servicio calza perfectamente con esto, y es necesario recalcar que para nosotros los dos componentes, aprendizaje y servicio, son igual de relevantes. Nos interesa resaltar algunos aprendizajes en el aula y resaltar algunos aprendizajes en el ámbito comunitario, valoró.
Igualmente, el académico aseveró que el proceso de renovación curricular ya abordado por todas las carreras de la FACE, supone una ventaja importante, porque los programas de asignatura ya están reformulados, considerando como horizonte aquello que los estudiantes deben aprender.
En lo inmediato, corresponde capacitar a académicos de algunas asignaturas comprometidas en el proyecto, para que elaboren sus programas de acuerdo a la metodología de Aprendizaje – Servicio, acompañados por pedagogos y especialistas del área tecnológica, de manera que hacia fines del primer semestre se cuente con programas de asignaturas completamente formulados, y susceptibles de ser monitoreados a través de una plataforma tecnológica.
La capacitación tiene que ser la construcción de los programas de asignatura con todos los apoyos, para que podamos empezar a trabajar en la búsqueda de los socios comunitarios. Es un trabajo bastante complejo, porque si bien es cierto, tenemos algunas experiencias, el procedimiento en general, demanda un esfuerzo mayor, porque hay que estar muy conectados con los socios comunitarios, hay que estar muy claros sobre cuáles son sus necesidades. También necesitamos generar capacidades internas, instalar capacidades aquí adentro, que nos permitan generar un espacio donde trabajen los estudiantes con los socios comunitarios, donde los socios comunitarios puedan venir, declarar sus necesidades, intenciones, hacer foros, focus group, seminarios… En el fondo, transformar esto en un espacio de interacción que permita un vínculo permanente, directo, concreto, que genere resultados, y que podamos evaluar, retroalimentar, monitorear, de manera que vaya quedando una especie de semillero para las asignaturas que posteriormente puedan sumarse, describió el académico Mauricio Salazar.
Expectativa de académicos
El co director del proyecto, académico Manuel Crisosto Muñoz, destacó igualmente, el interés de los académicos de la FACEpor sumarse a esta estrategia.
Hay expectativas, tenemos que conversar con algunos académicos que están muy interesados en aplicar esta metodología de aprendizaje y servicio, en particular, en aquellas asignaturas que nosotros vemos como lejanas. Sólo por mencionar un ejemplo, en la asignatura de Base de datos de sistemas de información, la profesora está muy interesada en aplicar esta metodología para generar nuevas competencias en los alumnos, valiéndose de casos reales para resolver. Hay otros ejemplos en el área de gestión empresarial o en administración y auditoria que también están expectantes de aprender esta metodología que está siendo utilizada en otras universidades. Nosotros creemos que esta metodología producirá aprendizajes significativos en nuestros alumnos y también en lo que hacen los profesores, que tendrán que salir un poco del aula para traer problemas reales. No se tratará de resolver solamente problemas teóricos, sino problemas sacados del mundo real de nuestros socios comunitarios, precisó.
El académico también destacó que la metodología de Aprendizaje – Servicio supera el paradigma netamente asistencialista donde los alumnos unidireccionalmente aportan un servicio a la comunidad. En este caso se establece acompañamientos a los socios comunitarios, con el propósito de lograr algunos objetivos específicos, puntualizó.